El corazón es un órgano compuesto de músculos con vasos sanguíneos por donde se impulsa sangre a través de las arterias a todo el cuerpo; siendo así el órgano principal del aparato circulatorio.

Para impulsar sangre por los vasos, el corazón se contrae y se relaja de forma rítmica, y en cada uno de esos latidos, el corazón envía sangre a todo el cuerpo, donde, también se está trasportando oxígeno. Después de su recorrido por el organismo, la sangre queda sin oxígeno y es enviada de nuevo al corazón para que éste la bombee a los pulmones con el fin de recoger más oxígeno.

Es importante tener presente que el corazón necesita oxígeno para funcionar, por ello, en el exterior hay unos vasos sanguíneos que se lo proporcionan. Si alguno de esos vasos queda obstruido, impidiendo la llegada de suficiente sangre, los músculos del corazón se van degenerando y se puede empezar a padecer hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, cerebrovascular, enfermedades valvulares, miopáticas y cardiopatías isquémicas.

Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción en todo el mundo. Cada año mueren más personas por alguna de estas enfermedades que por cualquier otra causa. Por ello se recomienda tener una alimentación equilibrada (basada en frutas, verduras, pescado, legumbres, poca carne roja, limitar las grasas), practicar ejercicio, evitar el estrés y no fumar. Cabe tener en cuenta que muchas veces cuando se presentan los síntomas, la enfermedad esta bastante avanzada

“Se estima que de aquí al 2030, aproximadamente 23,6 millones de personas morirán por alguna enfermedad cardiovascular, principalmente por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Se prevé que estas enfermedades sigan siendo la principal causa de muerte.” OMS.